Esas Cosas de la Grieta
Fachada Asilo San Miguel |
En la mañana del miércoles 8 de setiembre de 1948, las
señora Leonor Acevedo de Borges y su hija Norah Borges de Torre, decidieron
participar de un mitin relámpago en plena calle Florida, frente al diario “La
Prensa”, “en defensa de la constitución nacional”. Recordemos que para esa
época, ya se debatía lo que luego conocimos como la Constitución de 1949. Algunas
fuentes hablaron de más de 50 personas, casi todas mujeres, que cantaban el
Himno Nacional Argentino, daban vivas a la Constitución Nacional vigente y
arrojaban panfletos reclamando por la libertad. Pero las señoras no sólo manifestaban
frente al emblemático diario de la derecha argentina, en la vereda opuesta,
justo enfrente, estaba la sede del Centro Universitario Argentino fundado por
Ricardo Guardo por orden de Perón, con el propósito de sumar jóvenes estudiantes
universitarios al Movimiento Justicialista y las réplicas no se hicieron
esperar; primero fueron gritos de: ¡Viva Perón! desde los balcones del Centro
Universitario que fueron respondidos con gritos de ¡Libertad! ¡Viva la Patria! Comenzaron
a arrojarse objetos de uno y otro bando, la mayoría de los manifestantes se
dispersaron de inmediato, salvo un grupo de señoras que seguían con sus proclamas hasta que, a los pocos minutos, intervino la
Policía Federal y el grupito de “señoras libertarias”, que eran “un álbum” de
apellidos aristocráticos, fueron todas detenidas por haber violado los edictos
de reuniones públicas, ruidos molestos y de desórdenes y fueron trasladadas a
la comisaría 1ª.
Debió intervenir el Juez Municipal de Faltas, Dr Eduardo
H. Crespo (hijo) que les impuso a Adela Grondona Sáenz Valiente, Mariana
Grondona de Legarreta; Norah Borges de Torre, Leonor Acevedo de Borges, Raquel
Pueyrredón de Lastra, María González Acha de Tomkinson; Amanda López Ramírez de
Moneta y Alsacia Moneta la pena de reclusión por 30 días en el Asilo San Miguel.
Ante los reclamos, sólo se le permitió el arresto domiciliario a la madre de
Jorge L. Borges por tener 72 años y trastornos de salud, con un agente policial
de custodia permanente en la puerta de su vivienda de la calle Maipú para
evitar que viole el arresto. En verdad todas cumplieron 29 días y no treinta,
eso se debió a que llegó muy pronto una apelación hasta la Suprema Corte de
Justicia y el juez del caso, para que no se declare nulo su fallo contó “mal” los
días de arresto y salieron en libertad un día antes, cuando la Suprema Corte
iba a expedirse sobre el tema. Cabe
aclarar que la detención en el Asilo San Miguel no era comparable con cualquier
otro arresto; era un correccional de mujeres pero dirigido por monjas, con espacios
verdes, tareas de costura y muchas horas de rezos en la capilla del asilo. Ocho años después "del otro lado de la grieta" se bombardeó Plaza de Mayo y ser peronista podía costar la vida.
Asilo San Miguel Primer patio |
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