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domingo, 27 de diciembre de 2015

Muerto el ALCA habrá que parar el TPP


MUERTO EL ALCA  EEUU SEDUCIRÁ AL MACRISMO CON EL TPP



Es necesario estar alertas, muy alertas, porque muerto el ALCA, ahora los Estados Unidos avanzaran con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, también conocido como TPP por sus siglas en inglés, es un tratado de libre comercio multilateral que se negocia siempre en secreto y que mucho entusiasma a los capitostes del PRO

El TPP fuertemente promovido por Estados Unidos y que involucra a otros 11 países: Japón,  Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile.

En sus más de 26 capítulos de negociación, el acuerdo busca regular un gran número de temáticas, que van desde el comercio de lácteos, hasta la regulación laboral, pasando por derechos de autor, patentes, inversiones estatales y medio ambiente. 

Las negociaciones del TPP  siempre fueron hechas de espalda a la comunidad de los países afectados. Hoy, todo lo que sabemos al respecto, es gracias a filtraciones de los textos oficiales, como las realizadas por Wikileaks en noviembre de 2013.

El TPP busca incorporar en algunas áreas especialmente sensibles como propiedad intelectual y derechos digitales, servicios e inversiones, movimiento de capitales, coherencia regulatoria y medio ambiente entre otros, van mucho más allá de lo que en su momento fue negociado en esos acuerdos.  Esto supondría efectuar concesiones en un balance negociador totalmente desequilibrado

¿Qué significa para los pueblos el TPP?

SIGNIFICA CERCENAR LOS DERECHOS DIGITALES

El TPP busca convertir a los proveedores de acceso a Internet en los responsables de censurar contenidos unilateralmente, sin intervención de un organismo superior, como el poder judicial, que garantice nuestros derechos.
Además, busca endurecer las sanciones a las infracciones del derecho de autor, penalizándola con multas, desconexión de Internet y hasta cárcel.
Prácticas hoy comunes, como postearle un video a un amigo, podrían desaparecer, cambiando por completo el modo en que Internet se ha convertido en una herramienta vital para nuestras vidas.
Muchas de estas disposiciones se encontraban en SOPA y PIPA, dos proyectos de ley draconianos y polémicos, finalmente desechados debido a la presión ciudadana, pero que hoy reviven gracias al TPP.
Pero también hay amenazas a tus datos personales, pues hay normas que establecen un proceso simplificado para el intercambio de información privada de los consumidores a través de las fronteras, posiblemente hacia países donde la protección de la privacidad es mucho más floja.

SIGNIFICA  CERCENAR NUESTRO DERECHO A LA SALUD

El TPP busca expandir el plazo de protección a las patentes de medicamentos, lo que significa mayores trabas para la fabricación de genéricos y, en consecuencia, medicinas cada vez más caras.
Los medicamentos genéricos han sido vitales para reducir el costo de tratamientos de enfermedades como el cáncer y VIH, aumentando las posibilidades de supervivencia de los afectados, sobre todo en los países más pobres. Limitar su producción es un atentado contra nuestro el derecho a la salud.
Pero las restricciones no terminan en los fármacos: Estados Unidos está buscando que los países firmantes del TPP reconozcan patentes sobre procedimientos médicos: métodos de diagnóstico, cirugía y tratamiento, lo que significaría que las nuevas técnicas para el tratamiento de enfermedades no podrían ser usadas por cualquier especialista, en cualquier parte del mundo, poniendo en riesgo la salud de millones.

SIGNIFICA  CERCENAR NUESTRO DERECHO A LA CULTURA

El TPP hará que el acceso a música, películas, libros y conocimiento en general sea mucho más difícil y caro.
Medidas como la extensión del plazo protección a los derechos de autor a 90 o 95 años, significa que habrá que esperar casi el doble para que una creación entre al dominio público y sea usada por todos los ciudadanos sin necesidad de pedir permiso a los titulares de los derechos.
Mientras que el endurecimiento de las sanciones contra la infracción al derecho de autor, hará que la cantidad de material cultural disponible en Internet disminuya drásticamente.

 A lo anterior se suma la prohibición de las importaciones paralelas, lo que significaría perder la posibilidad de comprar más barato en Internet. Como consecuencia de todo lo anterior, la cultura se convierte en un bien prohibitivo

SIGNIFICA CERCERNAR NUESTROS DERECHOS COMO CONSUMIDORES

El TPP afecta directamente nuestros derechos como consumidores, en variadas dimensiones:

En primer lugar, con el TPP y su nuevo “derecho de importación", será imposible traer productos desde otro país o comprarlos en alguna plataforma online, ya que estas operaciones requerirían de autorización del titular de los derechos de autor.

Bajo las normas estatales de solución de controversias propuestas por el TPP, las grandes empresas pueden demandar a los gobiernos ante un tribunal comercial internacional, por introducir nuevas leyes - como las leyes de protección al consumidor - que dañen sus negocios.

A esto se suma a que, en el marco del TPP, la industria estadounidense está pidiendo poderes aún más estrictos para limitar la regulación de productos, como los alimentos genéticamente modificados, pesticidas y aditivos.

Por otro lado, el TPP también criminaliza el rompimiento de los DRM. Si alguna vez te pasó que no puedes ver un DVD en tu reproductor porque no son de la misma zona, o tu tablet no soporta el ebook que compraste, es debido al DRM, tecnologías de control de acceso usadas por diversas industrias para limitar el uso de dispositivos  digitales. 
Pues bien, si eso ya es molesto y limita tus posibilidades, el TPP obligaría a los países a criminalizar el solo rompimiento de los DRM.

¿Qué pasa si quieres pasar tu libro electrónico de un Kindle a otro dispositivo? Te convertirás en un criminal.


SIGNIFICA también otros aspectos igualmente sensibles, como lo que se refiere a movimiento de capitales, donde contra toda evidencia surgida de la crisis en los países industrializados, se busca desregular aún más las normas para el ingreso y salida de capitales extranjeros. Asimismo, en capítulos como el de “Medio Ambiente” o “Asuntos Laborales”, se pretende ligar el eventual incumplimiento de los compromisos asumidos con el establecimiento de sanciones comerciales, lo que puede dar lugar a formas de proteccionismo comercial por parte de los países industrializados.

Nada desde el gobierno han hablado aún, pero cuando hablen, es bueno ya saber de qué se trata y estar listo para parar el avance, creando conciencia anticipada para que ni se les ocurra plantearlo. 





MAS INFO AL RESPECTO DEL TPP

Sobre el TPP en Colombia







ASI LO VE LA DERECHA EN ARGENTINA MEDIANTE EL DIARIO LA NACIÓN:  OCT 2015


El acuerdo del Pacífico complicará a la Argentina
Por:  Andrés Oppenheimer  para el diario LA NACION

MIAMI.- El acuerdo comercial Transpacífico firmado la semana pasada entre los Estados Unidos y otros once países de la cuenca del Pacífico será otro clavo en el ataúd de los gobiernos populistas de Brasil, la Argentina, Venezuela y otras naciones, que quedarán aún más aisladas de la economía mundial y, probablemente, terminarán más pobres que antes.
Una vez que sea ratificado por los países firmantes, el tratado conocido oficialmente como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) será el mayor acuerdo comercial de la historia y cubrirá un 40% de la economía mundial. Todo indica que les dará un gran impulso al comercio y a las inversiones de los Estados Unidos, Japón, Australia, Singapur, Canadá, México, Perú, Chile y los demás países signatarios.
Pero lo que ha pasado casi inadvertido en las noticias es que va a aislar aún más a las economías de Brasil, la Argentina, Venezuela y otros países de la costa atlántica de América latina, cuyos desastrosos gobiernos populistas han evitado firmar acuerdos de libre comercio con las economías más grandes del mundo.
Y lo que es aún más triste es que todo esto ni siquiera es un tema de conversación en Brasil, la Argentina o Venezuela, cuyos gobiernos viven en una burbuja, sin haberse dado cuenta de que el auge de los precios de las materias primas del que se beneficiaron en los últimos años fue un golpe de suerte que no se repetirá en el futuro próximo. Mientras sus gobiernos pretenden que tienen todo bajo control, se enfrentan a un tsunami económico.

La semana pasada, en la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Lima, Perú, el FMI proyectó que la economía de Venezuela se contraerá un 10% este año y que el país sufrirá una inflación del 200%, la más alta del mundo. La economía de Brasil se contraerá un 3% y la de la Argentina se mantendrá estancada en el 0,4% este año y se contraerá en un 0,7 el próximo año, dijo el FMI.
Y sus gobiernos, que ya están debilitados por escándalos de corrupción, deberán hacer frente a nuevas malas noticias. La economía de China se está desacelerando, los precios mundiales de las materias primas han caído en picada, los inversionistas están huyendo de los países emergentes, el dólar estadounidense se está apreciando, mientras las monedas latinoamericanas se debilitan, y la Reserva Federal de Estados Unidos pronto elevará las tasas de interés, lo que hará más difícil pagar las deudas externas de los países latinoamericanos y encarecerá sus importaciones.
Y, encima, ahora se firma el acuerdo Transpacífico, que hará que las empresas internacionales abran sus plantas de fabricación en los países latinoamericanos miembros del TPP, porque desde allí podrán exportar sin pagar aranceles a los 12 países miembros del tratado, que incluyen a algunos de los mayores mercados del mundo.
En cambio, abrir una planta manufacturera en la Argentina, Brasil o Venezuela sólo les permitiría exportar sin pagar aranceles a los países con que estos últimos tienen acuerdos de libre comercio, que son mercados mucho más pequeños, como los de Bolivia, Uruguay y Paraguay.
Todo esto va a llevar a una partición formal de América latina: habrá un bloque del Pacífico liderado por los países miembros del TPP, que estarán dentro de un bloque comercial que abarcará el 40% de la economía mundial, y un bloque del Atlántico liderado por Brasil, la Argentina y Venezuela, cuyo bloque conocido como el Mercosur abarca el 5% de la economía mundial. La división, que ya existe de hecho, ahora se hace oficial.
Mi opinión: todo indica que el ciclo populista pronto llegará a su fin en varios países sudamericanos. Les guste o no, Brasil, la Argentina, Venezuela y sus aliados ideológicos deberán ahora salir a buscar inversiones para hacerle frente a esta tormenta perfecta de nubarrones económicos que se está dirigiendo hacia ellos.

El TPP es apenas el último de varios factores negativos que deberían llevarlos a dejar atrás una demagogia populista insostenible y a insertarse en la economía global lo más rápido posible.



Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía se refirió en mayo 2015 a este fenómeno del capitalismo salvaje: 


La toma de posesión corporativa


NUEVA YORK - Los Estados Unidos y el mundo se dedican a un gran debate sobre los nuevos acuerdos comerciales. Tales pactos solían ser llamados "acuerdos de libre comercio"; de hecho, se lograron acuerdos comerciales, a la medida de los intereses corporativos, en gran parte, en los EE.UU. y la Unión Europea. Hoy en día, este tipo de acuerdos se refieren más a menudo como "asociaciones" como en la Asociación Trans-Pacífico (TPP). Pero no son las alianzas entre iguales: los EE.UU. dicta efectivamente los términos. Afortunadamente, "socios" de los Estados Unidos se están volviendo cada vez más resistentes.No es difícil ver por qué. Estos acuerdos van mucho más allá del comercio, que rige la inversión y la propiedad intelectual, así, imponer cambios fundamentales a los marcos legales, judiciales y reguladoras de los países, sin entrada o la rendición de cuentas a través de las instituciones democráticas.Tal vez la más odiosa - y lo más deshonesto - parte de esos acuerdos se refiere a la protección del inversor. Por supuesto, los inversores tienen que estar protegidos contra el riesgo de que los gobiernos delincuentes aprovechen sus propiedades. Pero eso no es lo que estas disposiciones están a punto. Ha habido muy pocas expropiaciones en las últimas décadas, y los inversores que quieren protegerse puede comprar un seguro de la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones, una filial del Banco Mundial (los EE.UU. y otros gobiernos proporcionan seguro similar). Sin embargo, los EE.UU. están demandando este tipo de disposiciones en el TPP, a pesar de que muchos de sus "socios" tienen protección de la propiedad y de los sistemas judiciales que son tan buenos como propios.La verdadera intención de estas disposiciones es impedir la salud, medio ambiente, seguridad, y, sí, incluso los reglamentos financieros destinados a proteger a la propia economía y los ciudadanos de Estados Unidos. Las empresas pueden demandar a los gobiernos para la compensación total por cualquier reducción en sus futuros esperados beneficios resultantes de los cambios regulatorios.Esto no es sólo una posibilidad teórica. Philip Morris ha demandado a Uruguay y Australia para exigir etiquetas de advertencia en los cigarrillos. Es cierto que ambos países fueron un poco más allá de los EE.UU., la obligatoriedad de la inclusión de imágenes gráficas que muestran las consecuencias del consumo de cigarrillos.El etiquetado de: Es desalentador fumar. Así que ahora Philip Morris está exigiendo a ser indemnizados por la pérdida de beneficios.En el futuro, si se descubre que algún otro producto causa problemas de salud (pensar amianto), en lugar de enfrentar demandas por los costos impuestos a nosotros, el fabricante podría demandar a los gobiernos para restringir que maten a más personas. Lo mismo podría suceder si nuestros gobiernos imponen regulaciones más estrictas para protegernos de los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero.Cuando presidí el Consejo de Asesores Económicos del presidente Bill Clinton, anti-ambientalistas intentaron promulgar una disposición similar, llamadas "expropiaciones regulatorias." Ellos sabían que una vez promulgada, regulaciones serían llevados a un alto, simplemente porque el gobierno no podía permitirse el lujo de pagar el compensación. Afortunadamente, tuvimos éxito en la batalla contra la espalda de la iniciativa, tanto en los tribunales y en el Congreso de Estados Unidos.Pero ahora los mismos grupos están intentando saltarse los procesos democráticos mediante la inserción de tales disposiciones en las facturas comerciales, cuyos contenidos se mantienen en gran medida en secreto para el público (pero no de las corporaciones que están presionando para ellos). Es sólo a partir de fugas, y de hablar con los funcionarios del gobierno que parecen más comprometidos con los procesos democráticos, que sabemos lo que está pasando.Es fundamental para el sistema de gobierno de Estados Unidos es un imparcial pública judicial, con las normas legales construidos a lo largo de las décadas, basados ​​en principios de transparencia, los precedentes, y la oportunidad de apelar las decisiones desfavorables. Todo esto está siendo dejar de lado, ya que los nuevos acuerdos exigen arbitraje privado, no transparente, y muy caro. Por otra parte, este arreglo es a menudo plagado de conflictos de intereses; por ejemplo, los árbitros pueden ser un "juez" en un caso y un defensor en un caso relacionado.Los procedimientos son tan caros que Uruguay ha tenido que recurrir a Michael Bloomberg y otros estadounidenses ricos comprometidos con la salud para defenderse contra Philip Morris. Y, aunque las corporaciones pueden demandar, otros no pueden. Si hay una violación de otros compromisos - en las normas laborales y ambientales, por ejemplo - los ciudadanos, sindicatos y grupos de la sociedad civil no tienen ningún recurso.Si alguna vez hubo un mecanismo unilateral de solución de controversias que viola los principios básicos, eso es todo. Por eso Ensamblé líder en EE.UU. expertos legales, incluyendo la Universidad de Harvard, Yale y Berkeley, al escribir una carta a los líderes del Congreso explicando cómo perjudicial para nuestro sistema de justicia de estos acuerdos son.Partidarios estadounidenses de tales acuerdos señalan que los EE.UU. han sido demandados solamente un par de veces hasta ahora, y no ha perdido un caso. Las empresas, sin embargo, están aprendiendo cómo utilizar estos acuerdos para su beneficio.Y los abogados corporativos de alto precio en los EE.UU., Europa y Japón probablemente outmatch los abogados del gobierno mal pagados que intentan defender el interés público. Peor aún, las empresas de los países avanzados pueden crear filiales en los países miembros a través del cual invierten de vuelta a casa, y luego demandar, dándoles un nuevo canal a la normativa del bloque.Si hubiera una necesidad de mejorar la protección de la propiedad, y si este, costoso mecanismo de solución de controversias privadas fueron superiores a un poder judicial público, deberíamos estar cambiando la ley no sólo para las empresas extranjeras adinerados, sino también para nuestros propios ciudadanos y de los pequeños empresas. Pero no ha habido ninguna sugerencia de que este es el caso.Reglas y regulaciones determinan el tipo de economía y de la sociedad en la que vive la gente. Afectan poder relativo de negociación, con importantes implicaciones para la desigualdad, un problema creciente en todo el mundo. La pregunta es si debemos permitir que las corporaciones ricas usen disposiciones ocultas en los llamados acuerdos de comercio para dictar cómo vamos a vivir en el siglo XXI. Espero ciudadanos en los EE.UU., Europa, y la respuesta del Pacífico con un rotundo no.

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